La Bodega de la Ardosa es un reflejo del mundo tabernario castizo del siglo XIX en Madrid, calle Colón, 13. Se fundó en 1892 por Rafael Fernández Bagena. En 2016, los actuales propietarios de la bodega abren Casa Baranda en honor a estos espacios rústicos con azulejería tradicional, su buena barra de madera y el taperío castizo que define gran parte de España.
La Bodega de la Ardosa es un reflejo del mundo tabernario castizo del siglo XIX en Madrid, calle Colón, 13. Se fundó en 1892 por Rafael Fernández Bagena. En 2016, los actuales propietarios de la bodega abren Casa Baranda en honor a estos espacios rústicos con azulejería tradicional, su buena barra de madera y el taperío castizo que define gran parte de España.
Oda a la tradición tabernaria
Un respiro de los restaurantes de mesa y mantel. Este proyecto me permitió conocer y trabajar con la hostelería madrileña, captando su espíritu de barrio con un repertorio de buen jamar castizo, desde Gildas, pinchos de tortilla, boquerones y bravas.
Oda a la tradición tabernaria
Un respiro de los restaurantes de mesa y mantel. Este proyecto me permitió conocer y trabajar con la hostelería madrileña, captando su espíritu de barrio con un repertorio de buen jamar castizo, desde Gildas, pinchos de tortilla, boquerones y bravas.
Ver y pedir
En tabernas con tanta rotación de clientes, entrar y cotillear carta puede ser un agobio. Tener fotografías de los platos, del ambiente, la decoración y las sensaciones eran fundamentales para el cliente.
Lo auténtico también es bello
Las bodegas y tabernas tienen el encanto de haber suspendido el paso del tiempo, con sus jamones colgando, los azulejos coloridos y sus enormes barriles que sirven de mesa. Hay que tener ojo y sensibilidad para transmitir esta cultura.
Hay que entender el producto para ayudar al cliente
Un cliente hostelero que haya empezado a ver mi trabajo por otra sección creerá que no dispongo de la experiencia necesaria para fotografías una taberna tradicional de toda la vida. ¡Incorrecto! Muy al contrario, este ha sido uno de los trabajos fotográficos más auténticos de nicho, que mezcla documentalismo fotográfico con marketing gastronómico. Un auténtico placer.